Una vez finalizado el traslado, se situó la imagen del Cristo de la Noche Oscura sobre su nuevo trono, que para este año, además de incorporar los nuevos brazos más largos y con almohadillas, estrenaba las nuevas capillar realizadas por los artístas Manuel Rodríguez y José López según diseño de Antonio Espadas, que en próximos años albergarán imágenes de bulto redondo relacionadas con la cofradía.
El texto del Vía Crucis fue preparado por el hermano y directivo Victor Expósito Villar, el cual quiso dedicar su obra a nuetro querido hermano Manolo Molina, fallecido el pasado 3 de agosto. Hay que destacar que por vez primera el Vía Crucis ha sido publicado en un libro gracias a la gentileza de su autor, destinándose los beneficios obtenidos por su venta a Cáritas, Misiones y a la propia cofradía. El Vía Crucis, escrito con sencillez pero con una gran profundidad, llegó al corazón de quienes nos acompañaron en esa fría noche, siendo unánime la felicitación al autor por acercarnos tan magistralmente al camino seguido por Jesús hasta su muerte.
La procesión, un vez salió del patio del Colegio de la Sagrada Familia, recorrió las calles Cristo Rey, Sagasta, Alaminos, Cronista Cazabán, Obispo Cobos, Callejón de Santiago, Vandelvira, Ramón y Cajal, Miguel Hernández, Ramón Gutierrez, Evarísto Sánchez y entrada en el Santuario de María Auxiliadora. Especialmente emotivo fue el paso por las calles Alaminos y Cronista Cazabán, zonas más apropiadas para el recogimiento y la meditación de las estaciones del Vía Crucis, y en donde la imagen del Cristo se fundía con los faroles de los hermanos que le acompañaban en la oración. A la una de la madrugada finalizaba el Vía Crucis en la puerta de la Iglesia de María Auxiliadora, con el rezo de la décimo cuarta estación y la oración al Cristo de la Noche Oscura, con la satisfacción de todos los participantes de haber podido un año más portar a su Cristo por las calles de Úbeda. En la puerta de entrada al templo nos esperaba la Junta de Gobierno de la cofradía de Ntro. Sr. Jesucristo en su Prendimiento junto a su bandera como muestra de los fuertes lazos que unen a las dos cofradías que compartimos sede canónica.
Como en años anteriores durante la procesión contamos con el apoyo de nuestros hermanos del Cristo de la Buena Muerte que se emplearon a fondo para que los cirios del trono permaneciesen siempre encendidos, para regular la altura de las patas del trono y para controlar el recorrido y el acceso al interior de la Iglesia de María Auxiliadora. Igualmente contamos con la ayuda de nuestros hermanos del Prendimiento que nos trasladaron las faroleras y en todo momento estuvieron a nuestra disposición para prestarnos su ayuda.
En cuanto a la participación de la cofradía durate el resto de la Semana Santa hemos de informar que, como en años anteriores, dos hermanos vestidos con la túnica reglamentaria y portando báculo, representaron a nuestra cofradía en las procesiones del Santo Entierro (este año, debido a las incertidumbres meteorológicas previas, se suspendió la procesión General) y del Resucitado.
Igualmente hay que destacar que este año nuestra cofradía ha tenido el privilegio de poder realizar dos "levatás" que han sido dedicadas por sus costaleros a nuestro Cristo Crucificado. El Lunes Santo en la Plaza del Ayuntamiento, ante el precioso paso de palio de Ntra. Sra. de Gracia, el capataz Rafael Martínez Redondo y el Hermano Mayor Santiago Muñoz de la Torre, dedicaron una emotiva levantá a nuestro Cristo que fue respondida por los costaleros con un ímpetu admirable elevando la imagen de María hasta el estrellado cielo del Lunes Santo. El Viernes Santo de madrugada volvimos a ser obsequiados con una nueva levantá que puso los pelos de punta al reducido grupo de semanasanteros que acompañaban el paso de Ntro. Sr. en su Sentencia en su camino de regreso a Santa Teresa. Al igual que la pasada Semana Santa en la calle Trinidad, fuimos obsequiados con una entrañable levantá; este año hemos recibido ese honor en la esquina de las calles Torrenueva y Bolero, lo que pone de manifiesto las excelentes relaciones de hermandad que existen entre ambas cofradías. Este año al final del recorrido y con los costaleros ya cansados del esfuerzo de toda la madrugada, su capataz y Hermano Mayor, Manuel Jesús Ruiz López, dedicó unas preciosas palabras a nuestra cofradía que fueron replicadas de inmediato por todos los costaleros levantando al cielo el magnífico trono de Jesús Sentenciado.
(Fotografías: Cruz de Guía, Manuel Ruiz Ramos, Alfonso Donoso Barella y Carlos J. Gómez)
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