8.- Hermano portero
Él
no puede moverse de su lugar. Su encargo es facilitar y ordenar el tránsito por
el claustro y eso le impide separarse de la puerta; más ahora, en que la cercanía
del cortejo haría inoportuna una llamada exterior demasiado estruendosa. Pero
sabe también que Jesús está por pasar y comprueba con el libro del acto cuanto
falta para esos momentos. Jesús pasará delante suyo, cuando le carguen con la
cruz y se inicié el camino hacia el calvario. Poco más adelante detendrá su
paso y él podrá participar en primera línea de la octava estación. Cuando el
cortejo avance él deberá continuar allí hasta que todo termine, hasta que
puedan abrirse las puertas y dejar que la gente marche, aun con la memoria
fresca de lo vivido. Él, sin embargo, tendrá que aguardar a que otros se lo
cuenten o confiar en que haya una buena grabación. Esa es su ofrenda.
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