“Te
adoramos Cristo y te bendecimos,
porque
por tu Santa Cruz redimiste al mundo”
Bajo la mirada de amor de mi
Madre en su Soledad, me dispongo a acompañarte en el camino de tu dolor, ese
dolor que sufriste para el perdón de mis pecados.
Eres inocente y vas a morir
por mí, ¿soy digno de tanto amor?
He tenido la inmensa fortuna
de ocupar el cargo de Hermano Mayor de mi Cofradía en esta efeméride de la
Cofradía del Cristo de la Noche Oscura, lo que sin duda me va a permitir
acompañar de una forma activa y muy especial a mi Señor, en su Vía Dolorosa por
la Basílica Menor de Santa María de los Reales Alcázares. Sin duda una ocasión
idónea como preparación a la Semana Santa.
La cruz es el símbolo del
infinito Amor de Cristo, y yo quiero ser ese cirineo que… sin miedo, le ayuda a
portar esa cruz; porque durante el resto del año, nos comportamos como Pilato,
lavándonos las manos y mirando a otro lado.
Aprovechemos esta
oportunidad, acompañemos a nuestro Señor bajo la atenta mirada de su Madre,
abramos nuestro corazón, hagamos la voluntad de Dios; porque en estos tiempos
tan difíciles es necesario el testimonio de nuestra fe.
Siempre estaré en deuda con
la Cofradía del Cristo de la Noche Oscura y con su Junta Directiva, por abrir
sus puertas a todos los cofrades ubetenses, dándonos la oportunidad de
sentirnos hermanos, al convertir un acto intimo en un acto público, para dar
sentido al sufrimiento y a la entrega por amor de Cristo.
Ojalá este encuentro con
Dios nos abra los ojos, para que no nos miremos a nosotros mismos, sino al
prójimo, ayudando al que lo necesita, porque sólo así tendrá sentido todo lo
preparado con tanto esfuerzo por nuestros hermanos.
¡Señor, pequé; ten piedad y
misericordia de mí!
Antonio Rivero López*
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