“Viacrucis
con el Cristo de la Noche Oscura”
Acabamos de oír las palabras
que nos llaman para seguir fielmente las huellas del Señor Jesucristo, el que
se entregó por nuestros pecados y resucitará para nuestra salvación en la paz
que nunca termina.
Recorrer los pasos que el
Señor diera en los días de su pasión y
de su muerte. Es el camino de la cruz. El santo Viacrucis. En ese piadoso
ejercicio, «Siguiendo a Jesús en el
camino de su pasión, no sólo vemos la pasión de Jesús; también vemos a todos
los que sufren en el mundo. Y esta es la profunda intención de la oración del
vía crucis: abrir nuestro corazón,
ayudarnos a ver con el corazón» (Benedicto XVI Viacrucis 6-4-07).
Así resuenan las palabras
del papa Francisco: «nadie puede tocar la
Cruz de Jesús sin dejar en ella algo de sí mismo y sin llevar consigo algo de
la cruz de Jesús a la propia vida. (…) Jesús con su Cruz recorre nuestras
calles y carga nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos,
también los más profundos.» (Viacrucis. Río de Janeiro, 26-7-2013).
Siguiendo con piedad y
devoción los pasos de Cristo y con su cruz puesta sobre nuestros hombros, irá
creciendo la esperanza y la luz de la resurrección. Sin olvidar que el camino
de la cruz del Señor se va entrometiendo en las carnes abiertas del
sufrimiento, de la soledad, del hambre, del peregrinar continuamente sin
esperanza de encontrar el santuario.
Pero al final, con la gracia misericordiosa de Cristo, renacerá la justicia y el derecho, el amor y la paz. Y el horizonte del Vialucis, el que sigue las huellas de Cristo convertirá su corazón a Cristo, y así recorremos con esperanza nuestro Viacrucis de cada momento. Y la Noche Oscura se tornará en mediodía.
Carlos Amigo Vallejo*
Cardenal Arzobispo
Emérito de Sevilla
* Su Eminencia Reverendísima presidirá
mañana la Santa Misa y el Viacrucis claustral extraordinario en la Basílica de
Santa María de los Reales Alcázares, para el que ha preparado las meditaciones.
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